El ilustrador taiwanés Page Tsou llega por primera vez a España con una exposición en el Museo ABC en la que invita a "jugar al escondite" con más de cien obras que ha hecho en los últimos 10 años, moviéndose como un funambulista entre la técnica y la creatividad en un arte que siempre es subjetivo.

"Cuando ves arte moderno lo relacionas a tus experiencias, depende de tu background", sostiene Tsou (Taiwán, 1978) rodeado de algunas de las piezas de "Hide-and-seek (el juego del escondite)", la muestra con la que desembarcó Madrid y que hace referencia al popular juego infantil.

Irónicamente, en España es conocido sobre todo como ilustrador de cuentos infantiles, como "El soldado de plomo" (Ediciones SM), una reinvención del cuento de Hans Christian Andersen que él traslada al Londres de la Segunda Guerra Mundial para no hablar de amor, sino de "paz y guerra", y cuyas ilustraciones se pueden ver en la muestra.

El conflicto bélico es uno de los temas recurrentes de este ilustrador que en su país natal se especializó en pintura a tinta china y diseño gráfico, y que más tarde comenzaría un periplo por universidades europeas hasta graduarse en artes visuales en el Royal College of Art de Londres. 

La milimétrica técnica que le persigue por su educación en Taiwán, la combina en su trabajo con una creatividad que despertó en Londres y se materializó en su primer gran proyecto, que, precisamente, abre "Hide-and-seek".

Tsou se embarcó en Londres en una quimera de pintar 3000 caras en treinta días, y al empezar a documentarse en el metro y en las calles de la ciudad, se dio cuenta de que no había pintado ninguna cabeza de espaldas. Así nació "The And", una serie de retratos de nucas que supuso un punto de inflexión en su carrera y que, sintetiza el artista, hizo porque "le gusta el misterio".

"Hide-and-seek" está compuesta por piezas de más de una docena de proyectos, desde ese "The And" hasta "Toy Gun", otro con denuncia bélica que refleja la paradoja de que "aunque a los niños se les enseña que la paz es un valor universal, se les sigue regalando pistolas de juguete".

Influido por el mundo del cómic -en el que destaca "Tintín"-, el arte urbano y la pintura tradicional oriental, Tsou trata otras temáticas como la preocupación por el entorno y su degradación por parte del ser humano en "Noah".

Se trata de una reinvención del arca de Noé, en la que las parejas de animales penden de globos y zepelines, recordando la promesa de Dios: la vida ya no volverá a ser destruida por desastres naturales, así que el responsable desde entonces será el ser humano.